Peugeot 505: la gran berlina francesa cumple 40 años en 2019
Se trató de un modelo que hizo historia por ser la última gran berlina de la marca que recurrió a la propulsión trasera. Es el antecesor del nuevo 508.
El
Peugeot 505 llegó al mercado en 1979
con un reto de categoría: sustituir al 504,
un modelo que marcó una época en la historia de las grandes berlinas de la marca
y que definió el “estilo Peugeot”
gracias a su perfil dinámico y sus emblemáticos faros, inspirados en los
ojos de la actriz italiana Sofía Loren.
Una misión que cumplió, si nos fijamos en su trayectoria comercial, con 1.351.254 unidades vendidas hasta 1997,
año en el que finalizó su fabricación en China.

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Este
modelo supuso el fin de toda una era para la marca, al ser la última de sus berlinas en utilizar la propulsión trasera,
una de las tradiciones más arraigadas en la historia de Peugeot.
Sin embargo, no supuso una ruptura en lo que se refiere a una característica de
la marca desde sus inicios: la
fiabilidad y el comportamiento en carretera. Su robustez y su solvencia en
carreteras y caminos en mal estado siguen siendo legendarias y fueron clave en
su éxito en África, en Iberoamérica o en
Extremo Oriente. En esos países aún circulan, como el primer día, unidades
del 505 que marcan 500.000 Km o,
incluso, 1.000.000 Km en su
cuentakilómetros. Todo un antecesor de la actual gama SUV del León.

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Esta
solidez también se tradujo en una gran
polivalencia. En los distintos mercados en los que se comercializó fue ambulancia, vehículo policial, automóvil
militar, auto fúnebre e, incluso pick-up doble cabina. Dangel llegó a preparar una
versión 4x4 asociada al motor turbodiésel de 110 CV.

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Sus
posibilidades se multiplicaron exponencialmente con el lanzamiento de su versión familiar, presentada en el Salón de Ginebra de 1982. Este
espacioso break fue un ejemplo de
modularidad décadas antes de que este concepto se pusiera de moda: permitía disponer de tres filas de asientos
y acoger hasta ocho pasajeros. Esta capacidad le hizo popular tanto entre
las familias numerosas como entre los profesionales del taxi, que ya confiaban
plenamente en este modelo por su
fiabilidad. De hecho, esta versión compitió con éxito frente a los primeros
monovolúmenes que fueron llegando al mercado.
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Estéticamente,
el 505 se integra a la perfección en
la saga de las grandes berlinas de la marca. Su exterior, diseñado por Pininfarina, destaca por su dinamismo y
su estética atrevida para la época. Su habitáculo, elegante y confortable, es
obra de Paul Bracq, uno de los
interioristas más prolíficos en el mundo del automóvil a mediados del siglo XX, que participó en la creación
de varios modelos míticos de Mercedes y
BMW entre los años 50 y 70, además de ser uno de los artífices de prototipos
que han definido la estética Peugeot,
como los Quasar, Próxima y Oxia.

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La
vocación internacional fue otro de los aspectos clave del 505. Todo un “world car”,
se fabricó en Sochaux (Francia),
pero también en Vigo (donde se
produjeron 146.216 unidades entre 1980 y 1987), China, Chile, Australia, India, Nueva Zelanda y Argentina.
Fue
uno de los últimos modelos de Peugeot
que se vendieron en el difícil mercado estadounidense, donde desembarcó con
un importante pedido para las míticas flotas de taxis amarillos de Nueva York y Los Ángeles. Su momento
álgido en Estados Unidos llegó en 1984,
cuando se matricularon 20.000 unidades en el país.
Redactor: Adrián Baer
abaer@infoauto.com.ar
Fuente:
Peugeot España